El pasado día 29
de mayo celebramos otra divertida CENA-BAILE en uno de los magníficos
salones del Hotel Begoña Park. El menú, a base de
crema de centollo, cachopo de salmón y cordero estofado resultó
delicioso y nos proporcionó la imprescindible energía vital
para hacer frente a las más de tres horas de baile que vinieron
detrás.
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Como se puede ver en
las fotos, el salón era extraordinariamente amplio y tenía
espacio de sobra para bailotear. ¡Bien por faux!
Por una vez acertó con el sitio... después de multiples
pruebas fallidas. Además, en esta oportunidad no hubo ningún
problema con el sonido y la ventilación evitó los
tradicionales "golpes de calor" en la pista... ¿o eran
"golpes de talón"? [vulgo, pisotones]
En fín, qué
os voy a contar que no sepáis de memoria: que sonó mucha
música variada y de calidad, que todo el mundo bailó
y disfrutó en cantidad, que la juerga duró hasta que
nos echaron a eso de las tres de la mañana... Vamos, lo de
siempre... ¡Ah, no! ¡Hubo una novedad! ¡Esta vez sí
conseguimos hacer un blues en condiciones! ¡Victoria! En resumen,
que fue una hermosa fiesta de baile y que, colorín colorado,
este cuento se ha acabado... hasta la próxima vez que
nos reunamos, claro.